De la desolación a la construcción de un mejor futuro: la historia de Ña Vero
La vida de Verónica, cariñosamente conocida como «Ña Vero» en su comunidad, es un testimonio de la fuerza del espíritu humano ante la adversidad. Su historia se desarrolla en uno de los tantos asentamientos de Luque, donde llegó con su hija de 7 años, un corazón roto y solo una maleta tras regresar de España.
Un nuevo comienzo
Marcada por la decepción, Ña Vero encontró refugio en la ayuda de su hermana y la solidaridad de sus vecinos. A pesar de las condiciones precarias, viviendo por un tiempo en una habitación prestada, Verónica no se rindió. Con determinación y trabajo duro, construyó su hogar desde cero en un terreno donde no había nada: ni luz, ni agua, ni un baño adecuado.
La construcción de una familia y un pilar de la comunidad
Con el tiempo, Ña Vero formó una nueva familia, dando a luz a dos niñas, Nayive y Ximena, quienes se convirtieron en su mayor alegría. Además, se consolidó como un pilar fundamental en su comunidad, inspirando a sus vecinos con su ejemplo de perseverancia y bondad. Su hija mayor, fruto del primer matrimonio, ya emprendió su propio camino fuera de casa, dejando un legado de fortaleza y determinación.
Un compromiso con el bienestar comunitario
La familia de Ña Vero fue una de las primeras en participar del Proyecto «Salud al Agua», construyendo un baño saludable en su hogar. Sin embargo, su compromiso con el bienestar de su comunidad no se detuvo ahí. En la actualidad, Verónica se ha convertido en una motivadora nata, alentando a sus vecinos con el lema «sí se puede» a lograr la meta de eliminar los baños insalubres del barrio.
Un corazón bondadoso y un espíritu alegre
En el fondo de su casa, Ña Vero y sus hijas han creado un espacio especial: un gallinero que les proporciona huevos frescos casi todos los días. Estos huevos no solo son un ingrediente fundamental en su alimentación, sino también una fuente de ingresos gracias a su venta. Cuando alguien las visita, las niñas comparten con orgullo este producto de su esfuerzo, demostrando un corazón bondadoso y un espíritu alegre que las acompañará en su camino hacia un futuro aún más brillante.
La historia de Verónica es un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más difíciles, la esperanza y la determinación pueden florecer. Su ejemplo inspira a otros a perseguir sus sueños, construir un futuro mejor y contribuir al bienestar de su comunidad.