En la comunidad Alianza Unida en Luque, reside Don Aureliano, un hombre cuya vida ejemplifica la esencia del trabajo arduo, la dedicación familiar y la esperanza inquebrantable. A sus 66 años, Don Aureliano no solo es un pilar fundamental para su familia, sino también una inspiración para aquellos que lo rodean.

Nacido en San Pedro, en el seno de una familia numerosa, Don Aureliano aprendió desde temprana edad el valor del trabajo honesto. Desde los 13 años, ya montaba a caballo para encerrar ganado en la estancia donde trabajaba su padre. A los 18 años, se alistó en el ejército y luego incursionó en las colonias agrícolas. Fue en su pueblo natal donde conoció a Amalia, su futura esposa, con quien formó una hermosa familia de cuatro hijos.

Si bien su oficio original era el de albañil, en la actualidad Don Aureliano se dedica a la limpieza de terrenos baldíos, una labor que realiza con la misma dedicación y esfuerzo que ha caracterizado su vida. Su hijo, siguiendo sus pasos, aprende el oficio de la construcción, perpetuando así el legado familiar. «Estamos acostumbrados a trabajar», afirma Don Aureliano con orgullo, una frase que resume a la perfección su espíritu incansable.

La historia de Don Aureliano no solo se define por su perseverancia, sino también por su profundo amor y compromiso con su familia. Es el pilar que sostiene a su hogar, el proveedor incansable que garantiza el bienestar de sus seres queridos. Su ejemplo sirve como una guía para sus hijos, enseñándoles el valor del trabajo duro, la responsabilidad y la importancia de la familia.

Hace cinco años, la vida de la familia tomó un giro inesperado cuando a una de sus hijas se le diagnosticó el Síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que afecta el sistema nervioso. Desde entonces, la joven ha estado bajo el cuidado constante de sus padres y hermanos, quienes le brindan el amor y apoyo incondicional que necesita para enfrentar esta difícil situación.

A pesar de este nuevo desafío, Don Aureliano y su familia no han perdido la esperanza. Enfrentan cada día con fortaleza y determinación, unidos por el amor que los une. Son un ejemplo de resiliencia y de la fuerza que puede tener el amor familiar para superar cualquier obstáculo.

Gracias al Proyecto Salud al Agua, la familia de Don Aureliano pronto podrá disfrutar de un baño digno y saludable, un sueño anhelado que mejorará significativamente su calidad de vida. Esta iniciativa, en conjunto con el esfuerzo incansable de Don Aureliano, representa un ejemplo tangible de cómo la colaboración y el trabajo duro pueden transformar realidades y construir un futuro más próspero para las familias más vulnerables.

Don Aureliano, un hombre ejemplar que encarna los valores más nobles del ser humano: el trabajo, la familia y la esperanza. Su historia nos inspira a seguir luchando por nuestros sueños, a valorar el trabajo duro y a brindar amor incondicional a nuestros seres queridos, incluso en los momentos más difíciles.